lunes, 25 de febrero de 2013

PREGON Y CARTELES SEMANA SANTA 2013


El nueve de marzo ha tenido lugar el Pregón de nuestra Hermandad Patronal Ntra. Sra. de los Dolores y Cofradía de Penitencia Ntro. Padre Jesús Crucificado. El acto tuvo lugar en nuestra Parroquia y en ese mismo acto se presentó el cartel de la Semana santa. 

PREGON SEMANA SANTA 2013

Buenas tardes a todos. Hoy me toca hablaros desde el corazón. Hoy me corresponde animar lo que para todo cristiano es la Semana Mayor. La mayor de nuestra alegría, que surgen del abandono, la soledad y la muerte más humillante que cualquier ser humano pueda conocer.

Hemos de ponernos en el momento de la historia donde acontecieron aquellos hechos ignominiosos. Hemos de recordar y ponernos en situación. Aquel ser humano, aquel nuestro Señor, EL CRISTO; que andando o más bien casi arrastrándose caminaba solo y abandonado, triste y apesadumbrado por aquellas calles de Jerusalén.

¡Cuánta soledad! ¡Cuánto dolor físico! ¡Cuántas heridas en su rostro y en su cuerpo! Sus rodillas descarnadas, sus espaldas doloridas,  molidas a palos y desgarrada su carne, esa frente atravesada por las espinas…. Pero pronto llegó el fin. Su cuerpo no aguantó más dolor, la agonía en la cruz fue relativamente rápida, sus fuerzas la abandonaron, su alma encomendada a Dios, su madre allí con el corazón atravesado por el dolor de una daga que nosotros empujamos en su pecho…..

¡Qué cuadro tan desagradable! Y este camino subiendo al Gólgota, ¿quién reparó en los sentimientos de aquel hombre?

Cual camino al cementerio, entre sollozos y sentimientos de soledad, entre el silencio de los allegados y el murmullo de los comerciantes, una mujer se acerca y le seca la sangre de su rostro; ¡Oh maravillosa Verónica! ¡Oh bendita mujer que te hiciste cercana a aquel hombre desahuciado! Cuantas veces quise ser tu persona para mostrarle mi cariño y amor  a aquel que nadie quería, a aquel que todos vociferaron, a aquel al que yo también grité: ¡Crucifícalo!

Pero su mirada fue tierna hacia mi persona, su gesto no fue de denuncia, su rostro se gira hacia mí y me dice: ¡Ten ánimo, yo confío en ti!

Aquel que sufre, me anima a mí.

Aquel a quien deseché en mi vida… me acoge a mí.

Aquel a quien abandoné…. Tiende su mano ensangrentada y temblorosa hacia mi rostro y me acaricia.

Y qué puedo decir…. Solamente: ¡Perdóname, Señor! Hoy me arrepiento.

Y llegamos al día de hoy, nos reunimos para presentar este cartel y anunciar la llegada de la semana santa. Semana de pasión y gloria, semana de dolor  y alegría.

Nosotros los cristianos vivimos la muerte desde la esperanza; nosotros los creyentes miramos más allá de la cruz; nosotros los que con fe nos acercamos a estas fechas, lo hacemos viendo el amor, la entrega y la Salvación.

Miramos nuestro Cristo, y lo hacemos desde la devoción y el cariño. Sin grandes expectativas, sin grandilocuencia, pero con un corazón abierto al amor de nuestro Cristo, muerto pero esperanzado. Esperanzado en nuestra respuesta, esperanzado en nuestra cercanía, esperanzado en nuestro compañía.

Queremos acompañarlo por nuestras calles, desde el silencio.

Queremos recordar sus catorce estaciones en el vía crucis. No queremos olvidar su entrega, no queremos descuidar su cercanía y paciencia para con nosotros.

Con los redobles de unos tambores haremos sonar los ecos de aquellos soldados que le acompañaban, los chasquidos de aquel flagelo que lo atormentó……..

Con nuestro silencio acallaremos nuestras propias voces de condena, acallaremos aquellos insultos, mostraremos junto con la Verónica que estamos ahí, a su lado. Que no lo olvidamos, que queremos ser el Cireneo que le ayude a portar su cruz.

Con nuestra presencia y oración le pedimos su compasión; al rechazado….. que nos acoja, al olvidado y denostado….que no nos deje.

Pero sobre todo le pedimos a nuestro Padre Jesús Crucificado que nos muestre el camino y el modo de cargar con nuestra cruz en este vía crucis de nuestro deambular cotidiano en este valle de lágrimas que nosotros nos hemos construido.

Queremos acompañarlo, queremos decirle que estamos ahí…… pero queremos decirle sobre todo que nuestro amor es incondicional, que no nos quedamos en lo estético, sino que queremos llegar a conocer sus sentimientos interiores en este momento de soledad. Que queremos conocer su dolor, entender sus sufrimiento, experimentar aquellos momentos de soledad.

Queremos conocer unas palabras suyas, queremos escuchar su voz… y hoy nos dice:”¡Venid a mí!, si estáis cansados, agobiados, hundidos…. Aprended de mí, en el camino de la cruz está el puente de la resurrección. El camino de la gloria pasa por el Calvario. El camino de la felicidad pasa por encontrarse con el que está solo y abatido, y decirle unas palabras de ánimo.”

Señor, aquí nos tienes, queremos ser el Cireneo, la Verónica…. En el camino del Gólgota; Queremos ser San Juan y María tu madre al pie de la cruz; Queremos ser José de Arimatea recogiendo tu cadáver; Queremos ser María Magdalena visitando la tumba vacía;

¡¡¡ Queremos ser nosotros, pero con tu persona caminando a nuestro lado!!!

Jose Antonio Garcia Jimenez
Hermano Mayor
 

Los niños esa misma tarde presentaron el cartel del Domingo Resurrección, y su pregón, una narracion de lo que fueron los últimos días de Jesús y su gran victoria. Su Resurrección. Los encargados de hacer esta representacion fueron los niños del grupo de catequesis de Mari Tere y Mari Paqui.

 PREGON RESUCITADO 2013




Narrador: ¿Sabes lo que es un Via Crucis?

Niña: Pues no… ¿Qué es?

Narrador: Pues es una celebración que hacemos los cristianos para recordar cómo vivió Jesús los días anteriores a su muerte. Porque, esos días, Jesús nos enseñó muchísimas cosas. Pero  va a ser el mismo Jesús el que te lo explique, y así  puedas entender mejor la grandeza de esos momentos.

Niña: ¿Jesús? ¿Y dónde está?

Jesús: Aquí estoy. Te ayudaré a comprender por qué no hay nada más grande que el amor. Ni si quiera la muerte ni el sufrimiento puede con él.

Narrador: Jesús fue condenado a muerte y  cargo con la cruz.

Niña: ¿Te condenaron a muerte? ¿y por qué? Si tú sólo hacías cosas buenas…

Jesús: Bueno, había gente que no entendía lo que Dios les estaba pidiendo. Creían en un Dios lejano, poderoso, vengativo… y yo les hablé de otro Dios. Y se enfadaron conmigo…

Narrador: Jesús no había hecho nada malo, era inocente, y fue condenado a muerte. En el fondo, si lo pensamos bien, todos estamos condenando a Jesús cuando no le hacemos caso, porque nos ponemos del lado de los que lo condenaron, que tampoco le hicieron caso.

 Niña: ¿cargaste con la cruz?

Jesús: Si… pero no era el  peso de la madera lo que me agotaba, sino el del odio de los que me condenan, el de la avaricia de este mundo, el peso de las guerras o el del hambre… Y ese peso debo cargarlo… Cada persona tiene su cruz…

Narrador: Dijo Jesús: “Si alguno quiere seguirme, que se olvide de sí mismo, tome su cruz y me siga.  Porque si alguno quiere salvar su vida, la perderá; en cambio, si pierde la vida por mi y por el Evangelio, la salvará”.     “Jesús cae varias veces en el camino hacia el monte calvario”

Niña: ¿Cómo es que no puedes con la Cruz? Si hacías milagros, podrás levantar una cruz, y hasta lanzarla bien lejos ¿no?

Jesús: Soy un hombre como tú… sufro como tú… me caigo como tú… y amo como tú… No me dedico a dar espectáculos de fuerza, sólo soy un hombre cargado con una cruz enorme…
  
Narrador: “En ese camino Jesús se encuentro con su Santísima Madre”,  María sufrió mucho en aquéllos días… Su hijo iba camino de morir, pero ella nunca lo abandonó. Lo acompañó hasta el final…

Niña: ¿y nadie te ayuda a llevar la cruz?

Jesús: Cada vez que te acuerdas de tus hermanos y les echas una mano, o los perdonas por alguna ofensa, ahí estás ayudándome a mí. . No podemos vivir por nuestra cuenta, pasando de todo el mundo. Con ayuda, todo es más fácil.

Narrador: No pararon de humillar a Jesús. Primero lo azotan, luego le ponen una corona de espinas, lo insultan, le escupen, le roban sus ropas.
Pero fijaos  en la actitud de Jesús. No contesta, no se irrita, sólo acepta pacientemente todo lo que le echan.
¡Qué ejemplo! Cuántas veces reaccionamos mal ante la mínima molestia, insultando, golpeando o poniendo un mal gesto.
Seguro que algunos de vosotros pensáis: “como coja yo a ese se va  a enterar”. Pero no es eso lo que quiere Jesús. Jesús es tan bueno que, cuando está a punto de morir sólo se acuerda de pedir a Dios que perdone a los que lo ejecutan. Una de las frases más espectaculares de Jesús es: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
¿Está enfadado Jesús con Dios? ¿Ha abandonado Dios a Jesús?
Pues ninguna de las dos cosas. Jesús ve tanto sufrimiento a su alrededor que se siente triste. Y se siente abandonado porque Él no quería que la gente sufriera por Él, a pesar de que Jesús sí quería sufrir por nosotros para salvarnos.
Pero Él no ha sido abandonado. Tenía que morir para demostrar al hombre que morir por los demás es la mejor forma de vivir. Y tenía que morir para demostrar que Dios es tan grande que ni tiene miedo a la muerte ni la muerte puede con Él.
Recordad que gracias a la muerte de Jesús, podemos disfrutar de su Resurrección, su gran victoria. Por eso, su muerte debe entristecernos, pero sólo un poco. Por eso, niños, estad tranquilos porque Jesús volverá para quedarse para siempre… porque la muerte no puede vencer al amor…

Niña: ¡Jesús! Estás vivo…

Jesús: ¿Piensas que Dios iba a crear un mundo en el que la vida sólo sirviera para hacer tiempo hasta que nos llegue la muerte?... Pues no… Estamos en este mundo para amar… para que me ayudéis a cargar con la cruz, para que me sequéis el sudor con un pañuelo, para llorar también, cuando vemos algo triste… Pero también para reir y ser felices amando y sabiendo que la muerte no es el final. Aquí estoy para mostrároslo… después de esta vida hay más vida…

Niña: lo he pasado un poco mal pensando en tu sufrimiento, pero es nuestra realidad… Nos gustaría que nadie lo pasara mal… pero ahí cerca tenemos a gente sufriendo… No debemos olvidarlos nunca y jamás negarles nuestra ayuda. Pero también he recordado lo mucho que nos quiere Jesús, y que su Resurrección, es su gran victoria. Y nosotros los niños lo celebraremos el domingo de Resurrección.
  
Narradora: Lucia Moya Jimenez
Niña: Rocio Ruiz Gonzalez
Jesus: Nono Rodriguez Perez
 

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